miércoles, 18 de febrero de 2009

La vida en la Frontera. Setenil.

Antes de hablar de lo que sería La Conquista de Setenil por los cristianos, no quiero dejar atrás otras cuestiones y sucesos que marcan el siglo XV en nuestro pueblo y su comarca.
Como ya hemos dicho en anteriores entradas, durante todo el siglo se produce un aparente estado de guerra larvado, que si en el lado cristiano tiene pinta de escaramuzas de ejercicio y obtención de botín, en el bando granadino adquieren tinte de heróica resistencia y defensa. No quiere decir esto que para los cristianos de la frontera la cosa fuera fácil ni mucho menos, sino que mientras que los reinos cristianos tenían su retaguardia en completa seguridad, para los granadinos era la misma integridad del Reino la que estaba en peligro.
Se mantiene pues este estado durante casi todo el XV, con escaramuzas, correrías y cabalgadas, la toma de alguna plaza importante y sucesivas firmas de treguas, que incluso eran prorrogadas como si de contratos se tratase. No sería lógico la existencia de estables poblaciones humanas durante un siglo completo, si están en constante guerra y si no es alternando estados de tensión con periodos de paz. De todas formas, me imagino yo a ese morillo setenileño labrando en su huerta y con el rabillo del ojo mirando, por si aparece el Fernandarias por una loma.
Eran normales como digo las treguas, sobre todo para la realización de arriendos y transacciones económicas, sobre todo en el caso de la montanera para el ganado porcino, en el que los encinares setenileños tendrían mucho que decir. Los musulmanes, como sabemos, no comen carne de cerdo y poco sería el aprovechamiento que le darían a nuestras dulces bellotas, así que arrendaban por unos meses sus dehesas a ganaderos cristianos, que desde la zona de Sevilla acercaban enormes piaras de cochinos a los entonces, seguramente, mucho más densos encinares.

En la obra "Dinamismo social en el Reino Nazarí" [ver bibliografía de: El Cordi. Alcaide de Setenil], en la página 295 concretamente, se expone una tregua firmada en el 1450 entre el Alcaide de Ronda, el Alcaide de Setenil (supongo que un pariente de nuestro Cordi) y Juan Ponce de León, Conde de Arcos, y donde se felicitan los tres de manera muy ceremoniosa por el sobreseimiento de la guerra en el tramo fronterizo que va desde Antequera a Tarifa, nada más y nada menos, lo cual nos da idea de la importancia de Setenil como ciudad fronteriza y enclave estratégico:
Al muy alto, verdadero fidalgo, cavallero don Juan Ponce de León, conde de Arcos, señor de Marchena, Capitán Mayor de la Frontera [...].
Amigo, Abrahen AlcabÇani, alcaide de la Çibdad de Ronda y alcuaÇiles e cavalleros e omes buenos de la dicha cibdad, e AbolcaÇin el Cordi, alcaide la villa de Setenil, vos enbiamos muchos saludos, como a quien somos prestos a vos complacer en todas las cosas que a vuestra honra conplideras sean [...]
A nos plase y plogo mucho otorgar por nuestra parte el sobreseymiento de la guerra, desde Antequera a Tarifa, por el tiempo limitado en la dicha vuestra carta la cual [...].
No hay que olvidar que estos que firman hoy tan generosa tregua son los mismos que en otra ocasión se presentarán batalla, y no dudarán en alancear a sus enemigos y robarles cuanto puedan. Son las cosas de la frontera.
De entre los hechos de armas que destacan en el XV, ya hemos hablado del asedio del Infante de Atequera y del Romance de la Venganza de Fernanadarias, que seguramente no fueron hechos aislados, pero que son los mejor documentados de principios del siglo.
Tenemos otras acciones que repercuten en Setenil, y que siguiendo el delicioso relato que José De Las Cuevas nos hace en su monografía [ver bibliografía de El Cordi], serían los siguientes:
El 28 de enero de 1438 llegan noticias a Jerez de la sublevación de los cautivos cristianos en Setenil, que se han hecho fuertes en el Torreón de la Villa. Los jerezanos corren a ayudarlos pero otra carta les hace desistir: [...] No id ya, y si habéis salido, volved, porque los cautivos de Setenil no han podido sustentarse y se han entregado[...] [Historia de Jerez de la Frontera. P.F.E. Rallón, Tomo III, Cap. XXVIII. Pág.153]. Se ignora la suerte que pudieron correr estas criaturas, pero conociendo las constumbres de la época, mejor no saberlo.
En 1455, el Rey ordena al Duque de Medina Sidonia que emprenda una tala por Setenil. Que significa esto, pues adentrarse en territorio enemigo y hacer cuanto daño sea posible, en este caso talar viñas, que es lo que hay plantado en las inmediaciones de la villa. [Historia y Anales de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de La Frontera. Jerez, 1887, Lib. III,Año 1455. Bartolomé Gutiérrez]. Los detalles son muy interesantes, pues se habla de los preparativos, los permisos, el presupuesto. El Duque pide que los caballeros [...] sean buenos mancebos e bien encabalgados e los peones lleven sus espadas y cuchillos de talar [...], que sabe el de Medina Sidonia como se las gasta la guarnición de Setenil.
Ya por el 1481, el Duque de Cádiz envía a Setenil escaladores, una tropa de élite especializada en la toma de escarpadas fortalezas por sorpresa y que se hicieron famosas en Alhama y Zahara, pero que en el intento de tomar Setenil la cagan, según cuenta Bernáldez en su crónica: [...] e tomar Setenil si no fuera por la cobardía de los escuderos que los envió a escalar [...]. Y me imagino yo a estos pobres escaladores tajo arriba, y los moros lanzándoles recios bollanos de piedra caliza desde El Lizón. Encima la guasa del cronista que les llama cobardes. A este Bernaldez, Cura de los Palacios, me hubiera gustado verlo subir por la maroma. [Memoria. Benito Cárdenas. Bandos de Jerez. I. Moreno Guerra].
No quiero terminar estas entradas relativas a la vida en la frontera, sin hacer mención a los romances. No hace mucho se dieron en Setenil unas jornadas históricas organizadas por el Ayuntamiento, y donde conferenció una profesora de Cádiz que presentó una serie de romances transmitidos oralmente y recopilados en los años 80. En muchos de estos, su origen se remonta al mismo siglo XV. Hablan de historias truculentas, de amores entre moras y cristianos y cosas de estas. Lo más impresionante de todo, es que aún hay gente en Setenil que los recita de memoria. En algún lado guardo la cinta que se grabó de aquella conferencia y aportaré más datos porque la verdad es que fue muy emocionante.
Bueno, estamos en el último cuarto del siglo. Isabel y Fernando ya se han casado y todos sabemos lo que significa esto para Setenil y su comarca. Malos tiempos se avecinan para los hijos de El Cordi. Pero de esto hablaremos en otra entrada.
Nota: Os pongo el enlace de Un Episodio en la Frontera de Granada. 1462. El Madroño [Michel García] (es posible leerlo en pdf), que aunque no meciona a Setenil, es muy ilustrativo del tipo de guerra de guerrillas que caracteriza estos hechos de los que están jalonados las crónicas. Se trata de una incursión Nazarí en territorio cristiano, y que por la proximidad geográfica, seguramente contaría con la intervención de tropas setenileñas. Sólo son 16 páginas y es muy fácil de leer.
Si queréis saber más sobre como era la vida de los escaladores de élite, y cómo se lo montaban para hacer su trabajo, leed "Ortega, el Escalador", de Eloy Benito Ruano [UNED]. Un tipo duro que no tenía nada que envidiar a los escaladores modernos, sobre todo porque lo peor de su trabajo empezaba cuando llegaba a la cima.

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